El clítoris. El gran olvidado, ignorado e incluso mutilado

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Ester Iborra

Enfermera y sexóloga

La palabra clítoris

La palabra clítoris proviene de la palabra griega kleitoris que significa “pequeña colina” o “llave o cerradura”. Es extraño que se hable de su existencia desde hace siglos pero, en cambio, no fue hasta 1998 cuando se describió de forma completa su anatomía.

Helen O´Conell

Fué la cirujana australiana Helen O´Conell quien ,además de detallar sus partes, también constató su vascularización y su enervación que era mucho más potente de lo que se creía en aquel entonces. Y a pesar de que sus descubrimientos fueron en ese año, no se publicaron hasta 2006. Gracias a ella y a sus investigaciones que no han cesado desde entonces, sabemos que es mucho más que ese “botón” que apreciamos a simple vista. El clítoris se extiende por debajo de la piel con varias partes que encajan entre el monte de venus y la vulva envolviendo la uretra y la entrada de la vagina (estos son los bulbos del clítoris). Los bulbos, como toda la estructura del clítoris, están formados de tejido eréctil, es decir, cuando se produce la excitación sexual se llenan de sangre (igual que le sucede al pene cuando está en erección) y entran en acción sus, nada más y nada menos, que 8.000 terminaciones nerviosas (el glande del pene, en comparación, tiene 4.000). De media el clítoris mide 9 cm y no esos pocos milímetros que sobresalen de la piel y, al contrario de lo que muchos freudianos dicen, no es el pene femenino, puesto que el clítoris tiene una única y exclusiva función: proporcionarnos placer. Su estimulación, ya sea directa o indirecta, es la que nos lleva a alcanzar el orgasmo.

hellen oconell

No ha existido hasta 2006

¿Y porque no hemos sabido de él hasta 2006, pensarás? Bueno, como en muchos otros estudios, la medicina ha sido estudiada por hombres y utilizando el modelo masculino como el universal. Esto quiere decir que la anatomía femenina y, por tanto, sus particularidades, han sido muy poco estudiadas. Con la sexualidad femenina ha pasado lo mismo, se relacionaba únicamente con la reproducción, el placer no pintaba nada en el hecho de traer criaturas al mundo.

Por suerte y desde hace algunos años, cada vez somos más mujeres las que reclamamos la importancia que tiene nuestra sexualidad por todos esos años que ha estado olvidada y unida irremediablemente con la reproducción. Asique mujeres, conocer y amar a vuestro clítoris, es una fuente inagotable de placer y orgasmos.

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